La inocente de al lado estaba cansada y en la cama, cuando oyó un golpe en la puerta. Se levantó para responderlo, pero antes de que pudiera llegar a la manija, había un sonido fuerte. Abrió la puerta para encontrar un hombre

La inocente de al lado estaba cansada y en la cama, cuando oyó un golpe en la puerta. Se levantó para responderlo, pero antes de que pudiera llegar a la manija, había un sonido fuerte. Abrió la puerta para encontrar a un hombre de pie allí con sus pantalones alrededor de sus tobillos y su polla fuera. Le dijo que necesitaba semen y preguntó si lo ayudaría. Ella estuvo de acuerdo, pero le advirtió que no estaba interesada en hacer nada más que solo ayudarlo. Cuando comenzaron a tener sexo, bombeó su coño lleno de esperma y luego se derrumbó encima de su cuerpo agotado.