Yana Koshkina, una mujer hermosa con pelo rubio largo y ojos azules perforantes, se sentó frente a su pantalla de ordenador. Ella estaba mirando fotos de sí misma posando desnudo en su teléfono cuando se encontró con una imagen de sí misma que había sido tomada sin su conocimiento. Yana se sorprendió al ver la imagen de sí misma se abrió y mostrando su rostro y cuerpo perfectos. Ella cerró rápidamente la imagen y trató de olvidarla, pero la imagen siguió apareciendo en su mente cuando ella pensó en ella. Al continuar trabajando en su computadora, Yana no pudo evitar sentirse violada por la imagen que había sido tomada sin su consentimiento. Ella sabía que había gente ahí fuera que usaría este tipo de información para su propio beneficio, y la hizo sentir incómoda sabiendo que alguien podría haber visto algo tan íntimo sobre ella. A pesar de sentirse incómodo, Yana sabía que no podía dejar que este incidente arruinara todo lo demás en su vida. Continuó trabajando en proyectos e intentando olvidar lo que había pasado hasta un día cuando recibió un mensaje de un número desconocido preguntando si podían reunirse para tomar café. Yana dudó al principio pero finalmente aceptó conocer a la persona que había tomado la foto de ella sin permiso. Cuando se conocieron, Yana se sorprendió al enterarse de que era alguien que conocía del trabajo - un compañero que siempre parecía amigable y accesible pero ahora parecía diferente de alguna manera. Al hablar sobre el café, Yana se dio cuenta de que la persona que había tomado la foto de ella no era sólo un extraño aleatorio - eran alguien cercano a ellos que habían visto algo íntimo sobre ellos sin su consentimiento o conocimiento. It