Dos jóvenes se sentaron en la sauna, sus cuerpos brillando con sudor. Eran rusos y extranjeros. Tomaron fotos de los cuerpos del otro en la sauna, mostrando sus cuerpos entre sí. La mujer japonesa alcanzó

Las dos jóvenes se sentaron en la sauna, sus cuerpos brillando con sudor. Ambos tenían 18 años y tenían pelo largo y rubio. Uno de ellos era ruso y el otro era extranjero. Estaban tomando fotos entre sí con sus teléfonos inteligentes, pero no pudieron evitar que se enciendan entre sí. La mujer rusa se acercó y cogió el teléfono de la otra mujer, mostrándole algunas de las fotos que había tomado ese día. La mujer japonesa estaba impresionada por lo bueno que parecían y preguntó si podía tomar algunas fotos propias. La rusa aceptó y entregó su teléfono a la mujer japonesa. Comenzó a tomar fotos de sí misma, mostrando su cuerpo en toda su gloria. La mujer japonesa no pudo evitar ser excitada por lo hermosa que miraba en esas fotos. Mientras continuaban tomando fotos, comenzaron a hacerse más íntimos entre sí, tocando los pechos del otro y frotando sus muslos juntos a través de su ropa. Ambos estaban tan encendidos que no les llevó mucho tiempo orgasmar juntos en la sauna, rodeados por la luz de las velas y el vapor de los chorros de agua caliente.