La joven y delgada mujer en la ducha estaba pasando un buen rato. Le encantaba tomar fotos de sí misma y compartirlas con sus amigos. Un día, ella decidió probar algo nuevo - tomó una foto de ella misma con su teléfono y la envió a su amigo. Su amigo estaba impresionado por la foto y le preguntó si podía utilizarla para un sitio web pornográfico. La mujer estuvo de acuerdo, y poco después, recibió un correo electrónico del sitio web preguntando si podían usar su imagen para su nueva película pornoográfica generada por AI. Estaba emocionada por la idea de estar en una película y aceptó dejarles usar su imagen. Al día siguiente, la mujer recibió un correo electrónico del sitio web diciendo que habían elegido una de sus fotos como su cartel principal para su próxima película. ¡No podía creerlo! ¡Ella iba a ser famosa! Pero entonces se dio cuenta de que había algunos problemas con la imagen - mostró demasiada piel y no mostró ningún pezones o pelo mojado. La mujer sabía que esto lo arruinaría todo, así que decidió ponerse en contacto con el propietario del sitio web y pedir que se hicieran cambios antes de publicar la imagen en línea. El propietario se sorprendió de lo apasionadamente que esta joven se preocupaba por su imagen, pero también sabía que necesitaba hacer algunos cambios si quería que su película fuera exitosa. Accedió a cambiar algunas de las imágenes pero todavía quería algo lo suficientemente sexy para el gusto de su público. La mujer comprendió sus preocupaciones y le prometió que trabajaría duro para encontrar una solución que satisfaga a ambas partes involucradas en este proyecto. En conclusión, mientras que la tecnología puede ser una herramienta poderosa para crear arte, es importante