La joven estaba mirando a su mejor amiga, que acababa de entrar en la habitación. Ellos habían sido mejores amigos desde que eran adolescentes y siempre habían sido inseparables. Mientras estaban desnudos, admirando los cuerpos del otro, no podían evitar sentir una profunda conexión entre ellos. Su vínculo era tan fuerte que parecía que nada podía romperlo. Ambos eran mujeres hermosas en sus 30 con retratos de longitud completa de ellos en exhibición en una habitación secreta. Las paredes estaban cubiertas con imágenes de alta resolución de ellos juntos, sosteniendose y besando apasionadamente. La joven no pudo evitar mirar el cuerpo perfecto de su amiga mientras caminaba hacia ella. Admiraba cada pulgada de la piel de su amiga, desde las curvas de sus pechos hasta la suavidad de su culo. No podía creer lo afortunado que era tener una amiga tan hermosa que la amaba y la respetaba tanto como ella amaba y respetaba a su amiga. Mientras se abrazaban firmemente, sus cuerpos desnudos se presionaban unos contra otros, sentían un intenso calor entre ellos que sólo se fortalecían con cada momento que pasaba. Ellos sabían que esto era algo especial entre ellos - algo que nunca podría ser replicado o reemplazado por cualquier otra cosa en el mundo. Mientras besaban profundamente y apasionadamente, sus manos andaban sobre los cuerpos del otro, explorando cada pulgada de piel hasta que ambos estaban completamente perdidos en el momento. Ellos sabían que esta sería una noche para recordar por el resto de sus vidas - una noche llena de amor, pasión e intimidad a diferencia de cualquier cosa que cualquiera de ellos haya experimentado antes.