La joven, vestida con un traje de pellejo, llevaba una bandeja de bebidas mientras caminaba por la sala de recepción. Su cuerpo completo estaba expuesto para que todos vieran, y sus músculos bien definidos brillaban con sudor. Ella

La joven, vestida con un traje de pellejo, llevaba una bandeja de bebidas mientras caminaba por la sala de recepción. Su cuerpo completo estaba expuesto para que todos vieran, y sus músculos bien definidos brillaban con sudor. Ella era una experta en su trabajo, y sus clientes siempre estaban impresionados por su capacidad para hacerles sentir que estaban en un mundo diferente. Al acercarse a la mesa donde se sentaban los hombres, no podían evitar mirar su cuerpo perfecto. Ella puso sus bebidas con una sonrisa y continuó sirviéndolos sin perder un ritmo. Sus movimientos eran fluidos y graciosas, como si hubiera nacido para bailar. Los hombres no podían evitar mirar su figura perfecta mientras se mudaba por la habitación. Se sintieron afortunados de poder presenciar tanta belleza de cerca, y no pudieron esperar por su próxima oportunidad de ver más de ella cerca.