La mujer caminaba por el bosque, su pelo rojo fluyendo detrás de ella. Estaba desnuda de la cintura, revelando sus pechos grandes y sus caderas gruesas. Su areola oscura y grande eran visibles a través de la tela delgada de su camisa. De repente, ella

La mujer caminaba por el bosque, su pelo rojo fluyendo detrás de ella. Estaba desnuda de la cintura, revelando sus pechos grandes y sus caderas gruesas. Su areola oscura y grande eran visibles a través de la tela delgada de su camisa. Mientras caminaba, podía sentir la brisa fresca en su piel y escuchar el frotamiento de las hojas en los árboles de arriba. De repente, oyó un rustling en un arbusto cercano y vio un par de ojos mirándola. Se congeló un momento antes de darse cuenta de que era sólo un animal, pero no antes de echar un último vistazo a su enorme polla pelirroja que colgó entre sus piernas como una gruesa vara de carne esperando ser devorada por mujeres hambrientas como ella misma.