La mujer se puso de puntillas, su cuerpo desnudo temblando con miedo. Estaba en el sótano de un edificio asolado, rodeado de paredes de hormigón y esquinas oscuras. Su vendaje estaba apretado alrededor de sus ojos, y apenas podía ver

La mujer se puso de puntillas, su cuerpo desnudo temblando con miedo. Estaba en el sótano de un edificio asolado, rodeado de paredes de hormigón y esquinas oscuras. Su vendaje estaba apretado alrededor de sus ojos, y apenas podía ver nada en la luz tenue. De repente, sintió una mano sobre su hombro y oyó una voz susurrando en su oído. "Eres tan hermosa," dijo. "Voy a cuidarte tan bien." La mujer se estremeció cuando sintió las manos del hombre en su piel, explorando cada pulgada de su cuerpo. Sabía que iba a ser una larga noche...