La mujer estaba frente al espejo admirando sus nuevas bragas de encaje púrpura. No podía esperar para mostrarles a sus amigos y colegas. Cuando salió del ascensor, vio a un hombre mirándola desde el otro lado de la habitación

La mujer estaba frente al espejo, admirando sus nuevas bragas de encaje púrpura. No podía esperar para mostrarles a sus amigos y colegas. Al salir del ascensor, notó a un hombre mirándola desde el otro lado de la habitación. Ella sonrió seductoramente y se acercó a él, susurrando en su oído sobre lo mucho que amaba su traje. Se volvió a sonreír, apreciando la atención que recibía de esta hermosa mujer. Mientras caminaban juntos, no podía evitar notar lo perfectamente proporcionado que era su cuerpo - pechos perfectos con pezones que sólo estaban suplicando ser chupados.