La mujer estaba desnuda en la mesa de masajes, su cuerpo brillando con aceite. La masajista se frotó y masajeó el aceite en su piel, sintiendo el calor emanando de ella. Se frotó y masajeó el aceite en su piel, sintiendo

La mujer estaba desnuda en la mesa de masajes, su cuerpo brillando con aceite. La masajista frotó su piel lisa, trabajando su camino hasta su coño. Se frotó y masajeó el aceite en su piel, sintiendo el calor emanando de ella. La mujer gimió suavemente mientras trabajaba su magia en su cuerpo, sintiendo la tensión derretirse con cada golpe de sus dedos. Cuando terminó, le dio un beso suave en la frente y dejó la habitación, dejando atrás un cliente satisfecho y una masajista satisfecha.