La mujer tenía el cuerpo perfecto, con un gran busto y un culo apretado. Llevaba un sujetador de encaje rojo que mostraba perfectamente su escote. Su piel era suave e impecable, con poros de alta calidad que la hacían parecer como si pudiera

La mujer tenía el cuerpo perfecto, con un gran busto y un culo apretado. Llevaba un sujetador de encaje rojo que mostraba perfectamente su escote. Su piel era suave e impecable, con poros de alta calidad que la hacían parecer viva. Sus pezones estaban pervertidos y erectos, rogando ser tocados. Ella posó para la cámara en varias posiciones, mostrando sus curvas y dándole al fotógrafo todo lo que quería. La imagen fotorrealista de AI generaba era tan realista que parecía que podía haber sido tomada de la vida misma.