La directora victoriana, con sus pechos pesados y su rostro maduro, fue capturada en una foto impresionante. Llevaba un enorme collar de vaca alrededor de su cuello y tenía las manos atadas detrás de su espalda. Su actitud enojada y su correcta iluminación hicieron una intensa

La directora victoriana, con sus pechos pesados y su rostro maduro, fue capturada en una foto impresionante. Llevaba un enorme collar de vaca alrededor de su cuello y tenía las manos atadas detrás de su espalda. Su actitud enojada y su correcta iluminación hicieron una mirada intensa que hizo sentir al espectador como si estuvieran siendo vigilados por una fuerza poderosa. La iluminación en la foto era perfecta, por lo que parecía que estaba de pie delante de una enorme pared de luz.