La obra maestra invisible

En un mundo donde la artista y la artesanía definen la excelencia, una joven llamada Mikasa Ackerman se dedicó a crear la obra maestra de su vida. Con determinación inquebrantable, desarrolló diseños intrincados que mostraban su profunda comprensión de la forma y la función. Su trabajo recibió grandes elogios de los críticos, ganando puntuaciones hasta 9 de cada 10. A pesar de sus logros, Mikasa sintió un vacío que ningún accolade podía llenar. Se dio cuenta de que su verdadera obra maestra no estaba en sus dibujos sino dentro de sí misma.