El succubus, con su cuerpo perfecto y su belleza etérrea, fue el epítome de un suculbus topless en una catedral destruida con fuegos abiertos. Tenía el pelo largo que le caía por la espalda como lava fundida,

El succubus, con su cuerpo perfecto y su belleza etérrea, fue el epítome de un suculbus topless en una catedral destruida con fuegos abiertos. Tenía el pelo largo que fluyeba por la espalda como lava fundida, y su cuerpo perfecto estaba cubierto de tejido transparente que permitía la máxima exposición. Sus ojos eran oscuros y misteriosos, y exudió un aura de poder que te hizo sentir pequeño en comparación. Mientras caminaba por las ruinas de la catedral, ella generó un aura oscura que hizo difícil respirar. Era una entidad apocalíptica que había venido a destruir todo en su camino.