Los tréboles marcharon en una formación estrecha, sus cascos arrojando sombras lejanas en sus rostros. Se detuvieron y levantaron sus manos a sus cascos, susurrándoles algo. De repente, se dieron la vuelta y marcharon en la dirección

Los tréboles estaban en una formación estrecha, sus cascos arrojando sombras extrañas en sus caras. Marcharon por el paisaje estéril, sus cascos blancos que reflejan la dura luz del sol. De repente, uno de ellos se detuvo y levantó su mano a su casco. Le susurró algo y luego asintió a los demás. Todos se dieron la vuelta y marcharon en la dirección de donde habían venido, dejando atrás un rastro de cuerpos desnudos brillando con sudor en el sol caliente.