La pequeña chica estaturada con cabeza grande y grandes muslos estaba caminando por la calle cuando se dio cuenta de un hombre mirándola. Sabía que estaba interesado en ella, pero no quería ser irrespetuoso. Entonces, se dio la vuelta y caminó

La pequeña chica estaturada con cabeza grande y grandes muslos estaba caminando por la calle cuando se dio cuenta de un hombre mirándola. Sabía que estaba interesado en ella, pero no quería ser irrespetuoso. Se dio la vuelta y se fue rápidamente. Mientras caminaba a casa, el hombre la seguía, tratando de ponerse al día con ella. Pero cada vez que se acercaba lo suficiente para tocarla, se daba la vuelta y huía de nuevo. Eventualmente, se rindió y se fue a casa decepcionado. Al día siguiente, la chica lo vio de nuevo en la esquina. Esta vez, se acercó a ella con una gran sonrisa en su cara y saludó. Ella sonrió cortésmente, pero no dijo nada más porque no quería ser grosera ni herir sus sentimientos al rechazarlo totalmente. En lugar de ser desalentado por su falta de respuesta, el hombre la seguía por la ciudad hasta que finalmente un día estaban solos en un callejón entre dos edificios donde nadie podía verlos ni escucharles hablar de sus sentimientos por el otro sin temor a ser escuchados o interrumpidos por alguien más que pudiera interrumpirlos en cualquier momento durante su conversación sobre amor y deseo por los cuerpos de los demás...