La anciana se sentó en la playa, su piel arrugada saltando en el sol caliente. Estaba vestida con un bikini ajustado que apenas cubrió sus pechos y nalgas. Su cabello estaba delgado y gris, pero ella todavía

La anciana se sentó en la playa, su piel arrugada saltando en el sol caliente. Ella estaba vestida con un bikini ajustado que apenas cubrió sus senos y glúteos. Su cabello estaba delgado y gris, pero todavía tenía una sonrisa vulgar en su cara mientras se desnudaba. Mientras sacaba sus fondos de bikini, revelando ropa interior afeitada que apenas cubrió sus nalgas arrugadas, se rió de la idea de cuánto dinero se necesitaría para comprar nuevos. Pero otra vez, ¿quién querría comprarlos de alguien como ella? Se extendió sobre la arena y dejó que el sol seque su piel mientras observaba parejas jóvenes frunciendo las olas. Sabía que la estaban juzgando por ser tan vieja y fea, pero no le importaba. Ella estaba feliz consigo misma y lo que la vida le había dado - incluso si no era mucho.