La vieja madre alemana, con un gran vientre y muslos gorditos, se sentó al borde de una cama en una habitación de hotel. Su piel estaba arrugada y estirada sobre su cuerpo. Sus pechos eran redondos y suaves, con estrías cubriendo

La vieja madre alemana, con un gran vientre y muslos gorditos, se sentó al borde de una cama en una habitación de hotel. Su piel estaba arrugada y estirada sobre su cuerpo. Sus pechos eran redondos y blandos, con pezones grandes que protruían de su pecho. Su vientre era suave y regordete, con estrías cubriendo su piel. Tenía piernas largas que eran suaves y sin pelo. Su escote era bajo, revelando la curva de sus pechos. Tenía detalles afilados en su cara, incluyendo ojos afilados y una boca púrpura.