Los tentáculos de pulpo ataron los brazos y las piernas de la hembra, impidiéndole escapar. Ella luchó contra las cuerdas que unían sus brazos, pero estaban demasiado apretados. De repente, sintió que un pequeño tentáculo penetraba sus nalgas, y la causaba

Los tentáculos del pulpo ataron los brazos y las piernas de la hembra, impidiéndole escapar. Los tentáculos eran delgados y cubiertos de pequeños tentáculos chupados que acariciaban su piel. Ella luchó contra las cuerdas que unían sus brazos, pero estaban demasiado apretados. De repente, sintió que un pequeño tentáculo penetraba en sus nalgas, y la hacía vomitar en sorpresa. El pulpo continuó explorando cada pulgada de su cuerpo con sus muchos apéndices, causando que la hembra se quejara con placer. A pesar de ser retenida por cuerdas y incapaz de moverse libremente, ella estaba completamente a merced de este pulpo inteligente.