La reina azteca desnuda era una obra de arte, con su cuerpo ultradetallado y pechos masivos. Se puso de pie en un templo, con brazos elevados y postura perfecta. Su piel era impecable, y tenía caderas anchas que eran perfectamente

La reina azteca desnuda era una obra de arte, con su cuerpo ultradetallado y pechos masivos. Se puso de pie en un templo, con brazos elevados y postura perfecta. Su piel era impecable, y tenía caderas anchas que eran perfectamente planas. Su fondo era púrpura y firme, con grandes pezones hinchados que eran perfectos para el masaje. La procesión religiosa la siguió mientras caminaba por el templo, con sacerdotes hieráticos detrás de ella. Tenía un extra-abs en su estómago que le hacía parecer aún más impresionante. En el fondo, había enormes sacerdotes hieráticos que seguían de cerca detrás de la reina mientras caminaba por el templo.