La chica caminaba por los densos espesos de árboles coníferos, su piel desnuda expuesta al frío aire invernal. Estaba cansada y hambrienta, pero sabía que tenía que seguir adelante. De repente, oyó un rustling en los arbustos por delante

La chica caminaba por los densos espesos de árboles coníferos, su piel desnuda expuesta al frío aire invernal. Estaba cansada y hambrienta, pero sabía que tenía que seguir adelante. De repente, oyó un rustling en los arbustos por delante de ella. Se congeló, sin saber si era un depredador o sólo un animal. Mientras miraba, una figura surgió de la oscuridad - era un hombre! La miró con sorpresa y luego sonrió calurosamente. "Lo siento," dijo suavemente, "No quise asustarte." La chica sentía alivio lavándola mientras se daba cuenta de que este hombre no era peligroso. Lo siguió por el bosque cubierto de nieve hasta que llegaron a un claro donde había una pequeña cabaña hecha de troncos y ramas. El hombre hizo un gesto para que ella lo siguiera y le ofreció algo de comida y calidez antes de dejarla ir de nuevo.