La chica de al lado era una belleza natural con piel de porcelana, ojos azules grandes, y una figura voluptuosa. Le encantaba tomar fotos de sí misma en su dormitorio, usando nada más que su pijama favorito. Sus pecas eran

La chica de al lado era una belleza natural con piel de porcelana, ojos azules grandes, y una figura voluptuosa. Le encantaba tomar fotos de sí misma en su dormitorio, usando nada más que su pijama favorito. Sus pecas eran adorables y tenía un talento natural para posar que hacía que cada imagen pareciera que fue tomada por un fotógrafo profesional. Su rubor de té era irresistible y sabía cómo usarlo a su favor. Le encantaba tomar fotos de sí misma en varias poses, ya fuera sexy o inocente, y siempre tenía una gran sonrisa en su cara mientras posaba para la cámara.