El malvado monarca se sentó en su trono, rodeado de fotos de mujeres hermosas siendo torturadas o humilladas por demonios en varias posiciones sexuales. Su maquillaje era pesado y destacó sus características chiaroscuro, mientras que las paredes estaban alineadas con imágenes de mujeres hermosas siendo

El malvado monarca se sentó en su trono, rodeado de la oscuridad de su trono. Era una mujer hermosa con piel pálida, ojos penetrantes, y pelo largo que fluyeba hasta su cintura. Su maquillaje era pesado y enfatizó sus características chiaroscuro, haciendo que se vea aún más siniestra. Llevaba un vestido blanco sedoso que abrazaba cada curva de su cuerpo, acentuando las curvas de sus pechos voluptuosos y el culo redondo. Sus uñas eran largas y pintadas en colores oscuros para igualar el resto de su traje. De un lado tenía un cetro adornado con joyas, mientras que en el otro tenía un látigo hecho de piel humana. Las paredes estaban alineadas con imágenes de mujeres hermosas siendo torturadas o humilladas por demonios en varias posiciones sexuales. La atmósfera era oscura y preponderante, pero también seductora y excitante al mismo tiempo.