La pareja entró en el bar y notó inmediatamente a la rubia de 18 años sentada en el mostrador. Llevaba un pequeño vestido apretado con un escote profundo, tacones altos y pechos grandes. El hombre no podía evitar mirar fijamente

La pareja entró en el bar y notó inmediatamente a la rubia de 18 años sentada en el mostrador. Llevaba un pequeño vestido apretado con un escote profundo, tacones altos y pechos grandes. El hombre no pudo evitar mirar su hermosa cara y grandes tetas mientras ordenó su bebida. De repente, sintió algo mojado en su pecho y miró hacia abajo para ver que era esperma de los pechos de la mujer. No podía creerlo, ¡sólo tenía sexo con él! Se levantó rápidamente para que algunas servilletas se limpiaran, pero cuando volvió, se había ido. La buscó toda la noche, pero nunca la encontró de nuevo.