El cajero tenía prisa para terminar su turno, pero no podía evitar notar a la hermosa mujer que estaba delante de él. Tenía cabello rubio largo y piel bronceada, y llevaba un vestido apretado que mostraba sus curvas

El cajero tenía prisa para terminar su turno, pero no podía evitar notar a la hermosa mujer que estaba delante de él. Tenía cabello rubio largo y piel bronceada, y llevaba un vestido apretado que mostraba sus curvas. No podía evitar mirarla mientras pagaba sus comestibles con una sonrisa en la cara. Cuando salió de la tienda, no pudo evitar seguir detrás de ella. Observó mientras dejaba sus comestibles en el maletero de su coche, admirando lo bien dotado que era. No podía creer lo afortunado que era haber visto a una mujer tan hermosa en persona. Al alejarse del supermercado, pensó en lo afortunado que era haber visto una vista tan increíble. Sabía que esto sería un día que se quedara con él para siempre, y lo hizo emocionado por lo que la vida tenía guardado para él.