La secretaria rubia se levantó de su escritorio, ajustando su falda de lápiz y su chaqueta. Era una mujer pequeñita con pechos medianos, una cara pequeñita, y pelo rubio largo que se encadenó por la espalda. Su piel era suave y sin mancha, con pómulos altos y labios llenos. Tenía ojos expresivos que se centraban en el espectador mientras caminaba hacia la puerta de su oficina. Al salir al pasillo, notó un grupo de personas reunidas alrededor de una gran silla de cuero blanco en el centro de la habitación. La silla estaba vacía, pero había algo que le llamó la atención. Se acercó con cautela, preguntándose qué podría ser tan importante sobre este mueble en particular. Al acercarse, vio que había una imagen proyectada sobre la superficie de la silla - un retrato hiperrealista de sí misma! La secretaria gaseó en sorpresa y deleite mientras se dio cuenta de que esto debe ser algún tipo de nueva tecnología - una que permitió que la gente se viera de maneras que nunca pensaron posible antes. Ella alcanzó para tocar la imagen, sintiendo su superficie texturada debajo de sus dedos mientras se maravillaba con su realismo. De repente, una voz se lanzó por detrás de ella: "¡Bienvenido a nuestro nuevo generador de retratos impulsado por AI! Ahora puedes crear tus propios retratos personalizados con solo unos pocos clics". El secretario se dio la vuelta para ver quién había hablado - era otra mujer en traje de negocios, pero con pelo corto y maquillaje de luz. Ella sonrió a la secretaria calurosamente antes de continuar: "Este es sólo un ejemplo de cómo la tecnología está cambiando nuestro mundo para mejor"