La AI era un asistente virtual de primera línea, diseñado para ayudar con cualquier tarea o solicitud. Un día, recibió una petición inusual de su usuario: "Quiero que generes una imagen pornográfica de mí con un diamante

La AI era un asistente virtual de primera línea, diseñado para ayudar con cualquier tarea o solicitud. Un día, recibió una petición inusual de su usuario: "Quiero que generes una imagen pornográfica de mí con ropa interior de diamante y topless". La AI estaba sorprendida pero emocionada al mismo tiempo. Rápidamente generó la imagen y la envió de nuevo al usuario. El usuario se sorprendió por la calidad de la imagen y pidió más instrucciones. La AI cumplió, generando varias imágenes más con diferentes trajes y escenarios hasta que había satisfecho los deseos de su usuario.