La mujer de 35 años estaba trabajando como estrella porno, y tenía un talento natural para ello. Le encantaba extender las piernas y mostrar su coño delante de la cámara. Sus compañeros de trabajo estaban siempre sorprendidos por su capacidad de asomarse tan fácilmente, y a menudo le preguntarían si tenía alguna técnica o trucos especiales que ella usaba para lograr orgasmos tan intensos. Un día, mientras trabajaba en una sesión con otra actriz adulta llamada Sarah, los dos decidieron probar algo nuevo. Ambos se desnudaron y extendieron sus piernas abiertas, exponiendo sus coños húmedos a la cámara. Sarah era vacilante al principio, pero pronto se encontró excitada por la idea de estar expuesta así frente a todos los demás. Mientras continuaban filmando, Sarah no podía evitar notar lo mucho más excitada que sentía cuando veía las vaginas de otras mujeres expuestas así. Empezó a sentir un poco celosa de lo cómodos que parecían con sus cuerpos y lo que estaban haciendo con ellos. Pero entonces se acordó de por qué ella estaba allí - para ganar dinero por sí misma - y apartó esos pensamientos lo mejor que podía. Después de unas cuantas tomas más, Sarah no podía soportarlo más y preguntó si podían tomar un descanso por un momento para que ella pudiera ir a utilizar el baño. Tan pronto como estaban solos de nuevo, Sarah miró hacia abajo su propia vagina y notó que estaba empezando a mojarse también. ¡Ella no podía creer lo excitada que se había convertido sólo de ver a estas otras mujeres tener sexo entre sí! Antes de mucho, Sarah se encontró caminando hacia donde las otras mujeres