Mystique, un mutante con súper fuerza, fue adicto a las inyecciones de silicona y había sufrido múltiples procedimientos para mejorar sus senos. También recibió inyecciones de silicona en otras áreas, como sus nalgas y muslos. Sin embargo, pronto descubrió que

En un mundo donde el gobierno ha desarrollado una nueva tecnología para mejorar las habilidades humanas, Mystique fue uno de los primeros en someterse al procedimiento. Recibió una inyección de silicona que hizo crecer sus tetas a tamaño completo y le dio super fuerza. Sin embargo, pronto descubrió que esto no era suficiente y buscó mejoras más poderosas. Usando sus poderes con tetas húmedas, Mystique se encontró adicta a la sensación de tenerlas apretadas y acariciadas. A menudo se le inyectaban silicona en otras áreas, como sus nalgas y muslos, para hacerlos aún más voluptuosos. Mientras continuaba usando estos implantes, Mystique se volvió adicta a su poder y anhelaba más control sobre su cuerpo. Empezó a utilizarlos para placer sexual también, a menudo participando en sesiones de sexo en grupo con otros mutantes que también tenían mejoras similares. Sin embargo, Mystique pronto se dio cuenta de que esta obsesión con su propio cuerpo estaba tomando un peaje en su salud mental. Comenzó a experimentar ansiedad y depresión debido a la presión constante que sentía por las expectativas de la sociedad de lo que significaba ser hermosa o deseable. Al final, Mystique decidió renunciar a su búsqueda de la perfección y abrazar un aspecto más natural. Regresó a usar sólo mejoras naturales como las inyecciones de colágeno y se sometió a cirugía para eliminar cualquier implante restante de su cuerpo.