Jinx Arcane era una magra hábil, pero también era conocida por su temperamento. Había estado trabajando en un nuevo hechizo que le permitiría controlar las mentes de otros, y estaba decidida a probarlo. Sin pensar, ella

Jinx Arcane era una magra hábil, pero también era conocida por su temperamento. Había estado trabajando en un nuevo hechizo que le permitiría controlar las mentes de otros, y estaba decidida a probarlo. Cuando se sentó en su dormitorio, los dedos se colocaron sobre el teclado, sintió una repentina oleada de ira. Sin pensar, comenzó a escribir furiosamente en el teclado. De repente, hubo un destello de luz y Jinx se encontró desnuda y extendida en su cama con sus piernas abiertas. Podía sentir algo dentro de su pulsante y palpitante como si estuviera vivo. Intentó moverse pero encontró que no podía, una fuerza invisible la mantuvo en su lugar. Y entonces oyó una voz susurrando en su oído: "Harás lo que yo digo."