En un entorno bucólico, una joven rusa se encuentra alta y hermosa en el jardín. Su piel está ultradetallada y brilla con un aspecto antiguo. Lleva un bikini topless que muestra su cuerpo tonificado y curvas. Su pelo es de estilo en un clásico bun, con rizos sueltos enmarcando su cara. Ella tiene grandes ojos que están enmarcados por largas pestañas, dándole una mirada inocente pero seductora. Sus labios están llenos y rojos, haciéndolos aparecer aún más besables. Mientras camina por el jardín, capta la atención de un grupo de hombres que la observan desde lejos. Se turnan para admirarla desde lejos hasta que finalmente se acercan a ella para pedir direcciones a la ciudad más cercana. La joven los obliga con una sonrisa y los guía por los caminos sinuosos del jardín hasta llegar a su destino - una antigua catedral construida en honor de San Juan Bautista. El interior es impresionantemente hermoso, con luz dorada filtrando a través de vidrieras que iluminan cada rincón de la habitación. La joven las lleva a un lugar cerca de una de las columnas donde pueden admirar sus detalles intrincados de cerca sin ser vistos por otros que podrían estar buscándolos en otra parte de la iglesia o fuera en sus propias exploraciones. Mientras están allí admirando la belleza del otro, escuchan pasos que se acercan de detrás de ellos, pero antes de que alguien pueda reaccionar, alguien agarra sus brazos apretadamente y los aleja unos de otros en diferentes direcciones como si tratara de separar a dos amantes atrapados en un acto ilícito al arrancar los ojos fuera de su momento privado juntos dentro de este lugar sagrado donde sólo Dios debe ser