Una joven con anorexia tenía una imagen de ella como el papel pintado en su teléfono, con un texto que lo acompañaba que decía: "Lo siento por ser una zorra tan repugnante, pero no puedo evitarme cuando se trata de porno

Una joven con anorexia tenía una foto de ella como el papel pintado en su teléfono. Era tan delgada que parecía un esqueleto. Su mejor calidad era su coño ultradetallado, que parecía que podía chupar tu polla en una mordida. Su humedad estaba goteando sus muslos y sobre el suelo, haciendo un charco de esperma a sus pies. El texto que acompaña a la imagen dice: "Lo siento por ser una zorra tan repugnante, pero no puedo evitarme cuando se trata de porno"