Una mujer con piel bronceada, pelo rubio largo y pechos grandes se sentó frente a su computadora. Era una escritora profesional que usaba IA para generar contenido pornográfico sin tener en cuenta la ética o la moralidad

La mujer se sentó frente a su computadora, sus dedos moviéndose rápidamente a través del teclado. Era escritora profesional, y acababa de escribir un nuevo artículo para su sitio web. Al guardar el archivo y cerrarlo, notó algo extraño en su pantalla. Había una imagen de una mujer con piel bronceada, pelo rubio largo y pechos grandes. Era una imagen generada por AI que había sido generada por uno de los muchos sitios web porno disponibles en línea. La mujer lo miró un momento antes de cerrar la ventana y volver a trabajar en su artículo. No podía evitar preguntarse si había otras personas que utilizaban AI para generar contenido pornográfico sin tener en cuenta la ética o la moral.