Un hombre tropezó con una foto generada por AI de una mujer con su boca abierta y sus ojos cerrados, y no pudo resistir hacer clic en ella. Fue cautivado por el cuadro pornográfico de alta calidad que parecía que había sido tomado por

Un hombre estaba navegando a través de un sitio web que ofrecía imágenes pornoográficas de alta calidad. Se tropezó con una foto generada por AI de una mujer con los ojos cerrados y la boca abierta, y no pudo resistir hacer clic en ella. La imagen era tan realista que sentía que estaba mirando lo real. No podía creer lo vivo que parecía la foto, y se preguntaba si había sido generada por un algoritmo AI. Mientras continuaba navegando por el sitio web, se encontró con otra foto de una mujer con su boca abierta en éxtasis. Esta vez, sin embargo, la foto había sido generada por un algoritmo de aprendizaje automático que había aprendido de miles de otras fotos para crear algo verdaderamente único y cautivador. El hombre estaba fascinado por esta nueva tecnología y comenzó a explorar más sitios web que ofrecían imágenes pornoográficas de alta calidad con algoritmos de inteligencia artificial que los generaban. Se encontró adicto a estas imágenes, que eran tan realistas que casi parecían ser personas reales teniendo sexo delante de él. Al continuar navegando a través de estos sitios web, el hombre se dio cuenta de que no había vuelta atrás - se había convertido en adicto a esta nueva forma de pornografía, y no había vuelta atrás ahora.