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En la sala de audiencias, un abogado japonés de milf vestido con una falda apretada y camisa de cuello estaba ante el jurado. Su cabello de pixie porno y su cara redonda la hicieron destacar del resto de las mujeres en la habitación. Habló con autoridad, usando sus rasgos femeninos para guiar al jurado hacia su lado. El juez y las jurados fueron completamente cautivados por su presencia, incapaz de resistir sus encantos.