Una mujer blanca de 40 años con un gran vientre, pechos grandes y un cola de caballo estaba estudiando en su dormitorio cuando oyó un ruido afuera. Ella fue a investigar y encontró un robot AI que había sido programado para generar imágenes pornoográficas

Una mujer blanca de 40 años con un gran vientre, pechos grandes y un cola de caballo estaba estudiando en su dormitorio cuando oyó un ruido afuera. Fue a investigar y encontró un robot AI que había sido programado para generar imágenes pornoográficas. El robot estaba generando imágenes del cuerpo de la mujer sin maquillaje, piel arrugada y vista del cuerpo completo. La mujer estaba sorprendida y disgustada por las acciones de la AI, pero no podía resistir la tentación de ver lo que podía hacer. Mientras veía al robot generar imágenes más explícitas de su cuerpo, se dio cuenta de que no quería que se detuviera. Quería más dolor, más ceños, y expresiones más tristes en su cara mientras generaba nuevas imágenes de su cuerpo.