Un modelo inglés de 40 años estaba en el callejón oscuro con su vestido rojo extendido, perdido y desesperado por la atención. Había perdido su teléfono y estaba desesperada por la atención. De repente, vio a un grupo de hombres acercándose a ella. Eran

La mujer, un modelo inglés de 40 años, estaba en el callejón oscuro con su vestido rojo extendido. Había perdido su teléfono y estaba desesperada por la atención. De repente, vio a un grupo de hombres acercándose a ella. Todos estaban sucios y desdichados, con luces rotas dispersas por todas partes. Uno de ellos se acercó a ella y ofreció tomar fotos de ella por dinero. Ella estuvo de acuerdo, pero tan pronto como comenzaron a tomar fotos, se dio cuenta de que no eran fotógrafos profesionales sino sólo algunos tipos que habían tropezado con la escena por casualidad. Aprovecharon la situación y comenzaron a tocarla inapropiadamente mientras tomaban fotos sin consentimiento. La mujer fue devastada y les rogó que pararan, pero continuaron tomando fotos de todos modos. Al final, logró escapar de sus garras y huyó en lágrimas hacia una comisaría cercana donde presentó una denuncia contra ellos por acoso y agresión.