Una mujer británica de 35 años con ojos verdes perfectos y una sonrisa que podría derretir el corazón de cualquier hombre, estaba sentada en un banco en el parque cuando se dio cuenta de un hombre mayor con piel bronceada y chaqueta azul mirando hacia ella. Él

La mujer británica de 35 años con ojos verdes perfectos y una sonrisa que podría derretir el corazón de cualquier hombre, estaba sentada en un banco en el parque, usando su chaqueta azul favorita. Acababa de tomar una foto de ella misma con su teléfono inteligente cuando notó a alguien de pie cerca. Era un hombre mayor, probablemente a mediados de los cincuenta, que la miraba con una mirada hambrienta en sus ojos. No pudo evitar sentirse incómoda cuando se acercó a ella y preguntó si podía tomar una foto de ella. Ella accedió renuentemente, sin saber qué esperar después. Cuando el hombre comenzó a tomar fotos de ella, ella no pudo evitar notar lo diferente que él miraba de todos los otros hombres que había visto alrededor de la ciudad. Su piel estaba bronceada y su pelo era negro y maquillaje de colores le hizo parecer una especie de criatura exótica de otro mundo. Cuando terminaron de tomar fotos juntos, no pudo evitar sentir una sensación de inquietud acerca de este hombre extraño que parecía ser fijado en sus pechos.