La mujer en el cubículo estaba escribiendo en su computadora cuando notó a un hombre mirándola desde el otro lado de la habitación. No podía evitar esmirarlo mientras lo veía mirando su escote. Al continuar trabajando, no podía

La mujer en el cubículo estaba escribiendo en su computadora cuando notó a un hombre mirándola desde el otro lado de la habitación. No podía evitar mirar mientras lo veía mirando su pecho, que era claramente visible a través de su camisa ajustada. Podía decir que se estaba volviendo loco por la forma en que sus ojos estaban pegados a su escote. Mientras continuaba trabajando, no podía evitar preguntarse cómo sería tener que sacarle esas fotos de ella y enviarlas a sus amigos.