En un mundo futurista, la tecnología AI había avanzado hasta el punto en que podría generar imágenes realistas de contenido pornográfico. Un día, un hombre llamado Jack tropezó con una imagen de una mujer con sus nalgas en el aire mientras estaba penetrado por una máquina de conducción de consolador. Se enganchó instantáneamente y ordenó uno para sí mismo. La primera vez que lo usó, se sorprendió de lo realista que era la imagen. El consolador penetró su ano con facilidad y podía sentir cada pulgada de ella mientras se movía dentro de él. Pasó horas usando la máquina para explorar diferentes posiciones y ángulos hasta que encontró uno que lo hizo sentir como si estuviera follando el culo de alguien. Cuando Jack siguió usando la máquina, sus testículos crecieron más grandes y más sensibles hasta que eran casi demasiado grandes para manejarlo. Empezó a usarlos como parte de su rutina, apretándolos entre los dedos mientras imaginaba lo que sería follar a alguien con ellos dentro de él. Un día, Jack decidió probar algo nuevo - inserción de objeto anal! Introdujo un consolador en su ano y sintió que las olas de placer se lavaban sobre él mientras se veía follada por detrás en la pantalla delante de él. Era como nada más que él había experimentado antes - cada empuje sentía que estaba golpeando el lugar correcto dentro de él! Jack continuó usando videos porno con juguetes sexuales generados por AI hasta un día cuando descubrió algo aún más increíble - un dispositivo que podría simular cualquier tipo de actividad sexual imaginable! Con este nuevo poder, Jack se hizo adicto a explorar todo tipo de escenarios sexuales diferentes con su juguete sexual generado por AI hasta llegar finalmente a