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En un aislado, caballeriza, una hermosa mujer italiana de 20 años lleva medias de redes negras. Su cabello está atado en un bollo y sus ojos están cerrados. Lleva zapatos de tacón alto y sus manos son

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En un aislado, caballeriza, una hermosa mujer italiana de 20 años lleva medias de redes negras. Su cabello está atado en un bollo y sus ojos están cerrados. Lleva zapatos de tacón alto y sus manos están en sus caderas. Sus pechos son grandes y llenos, con pezones que protruen ligeramente del corsé que lleva. Tiene una cara redonda con los labios llenos y sus mejillas están ligeramente agrietadas. En medio de la habitación hay una cama de estilo victoriano con sábanas negras y almohadas rojas. La esclava sexual se encuentra encima de ella, desnuda excepto por sus tacones altos, que ella ha quitado para revelar sus pies perfectos. Su coño es visible a través de la abertura en el lado de las bragas que lo cubren. El cuerpo de esclavos sexuales es perfecto, con muslos delgados y una cintura pequeña que se curva en una figura de reloj de arena. Sus pechos están llenos y firmes, de pie desde su pecho mientras respira fuertemente de excitación. Sus pezones son erguidos y saltan a través de la tela de su corset mientras se gime suavemente en el placer de ser utilizado por las manos de otro para su propio placer. A medida que alcanza el orgasmo, deja salir un fuerte gemido que hace eco en toda la habitación antes de colarse en la cama en el agotamiento, pero todavía se siente satisfecho de haber sido utilizado tan bien por las manos de alguien más en su propio cuerpo...

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