Los dos viejos sucios estaban sentados en su salón, rodeados de fotos de chicas jóvenes. Ambos estaban en sus 60 y habían sido amigos durante más de 50 años. Uno de ellos, John, era un hombre de negocios jubilado que siempre había sido fascinado por la idea de utilizar AI para crear imágenes pornoográficas. Había pasado incontables horas investigando y experimentando con diferentes algoritmos y programas de software hasta que finalmente creó un programa que podría generar imágenes pornoográficas realistas. El otro hombre, Jack, era un abogado jubilado que siempre había estado interesado en la tecnología y los últimos gadgets. Fue intrigado por el proyecto de John y decidió ayudarlo proporcionando financiación para su investigación. Juntos crearon un pequeño laboratorio en el sótano de Jack donde podían trabajar en su proyecto sin ser molestados por nadie más. Un día, mientras trabajaba en su proyecto, Juan tropezó con una imagen de una niña de 18 años con pelo rubio largo y pechos grandes. Se sintió atraído instantáneamente por ella y decidió utilizar AI para crear una imagen pornográfica de ella que le volaría a todos. Jack miró mientras John trabajaba incansablemente en la imagen, retocando cada detalle hasta que parecía justo. Finalmente, después de varias horas de trabajo, John golpeó "impresión" en su impresora y se lo entregó a Jack para inspección. El cuadro era perfecto - cada detalle estaba allí: el cuerpo delgado de la chica, sus pechos grandes, su piel suave - todo parecía perfecto excepto para una cosa: ella no tenía pelo púbico! John miró a Jack con oveja y dijo: "Me olvidé de esa parte". Pero Jack se rió y dijo: "No te preocupes por eso