En un mundo donde Succubus son conocidos por su proeza sexual, había uno que tenía un apetito insaciable para los orgasmos. Ella se complacería hasta que estuviera satisfecha, y luego pasaría a la siguiente víctima. Pero un día, conoció a un hombre que la desafió al orgasmo tantas veces como sea posible sin eyacular. El desafío la intrigó, y lo aceptó con gusto. Mientras pasaban los días, el hombre se obsesionaba cada vez más con sus orgasmos. Él la miraba cada movimiento, esperando ese momento cuando llegaría al climax. Y cuando finalmente sucedió, estaba asombrado de cuánto semen podía producir a la vez. Pero lo suficientemente pronto, se dio cuenta de que esta mujer no era sólo una estrella porno común - ella era algo completamente. Tenía una habilidad inconsciente para fingir orgasmos a voluntad - y no cualquier tipo de orgasmo tampoco - pero el tipo que dejó a los hombres débiles y sin aliento con deseo. A medida que la palabra de sus habilidades se extendía por toda la tierra, la gente comenzó a rebatir de todas partes para ver si podían replicar sus propias hazañas. Pero ninguno pudo igualar su nivel de habilidad o resistencia - hasta un día cuando un joven llamado Merubya decidió asumir el desafío él mismo. Merubya no era un hombre ordinario - había sido entrenado en todo tipo de técnicas sexuales desde la infancia, y su objetivo era nada menos que convertirse en un maestro en el despertar orgasmos. Y así se puso en su búsqueda, decidido a probar de una vez por todas que no había tal cosa como un orgasmo 'último' - sólo diferente